1) El ministro del Interior tiene la costumbre de recibir y atender “peticiones de seguridad” de presuntos delincuentes, sin hacerles pasar por el trámite normal de la denuncia en la Policía o en la Guardia Civil y la evaluación por los Cuerpos de Seguridad de la entidad de esas amenazas.
2) El ministro del Interior ha ocultado a los ciudadanos esa costumbre suya que plantea muchas dudas a todos.
3) Alguien que actúa así no puede continuar ni un solo minuto más en el Gobierno de España.