Las elecciones municipales en Sevilla han arrojado una gran mayoría absoluta del Partido Popular, la primera en la capital de Andalucía. Zoido será el segundo alcalde popular de Sevilla y el primero que no dependerá del apoyo de los desaparecidos andalucistas, que se han vuelto a quedar muy cerca de volver a entrar en el consistorio hispalense.

La participación ha subido en más de un 8%, pasando de una participación anémica. El PSOE se ha hundido en votos y el PP ha subido en votos, incluso en los tres distritos que pierde, ha subido sus votos de una forma notable. Lo más sorprendente es que haya conseguido arrebatarle a los socialistas un distrito tan característico como Macarena y otros como San Pablo (aunque con Santa Justa) y Este-Alcosa-Torreblanca.
Creo que el Partido popular ha acertado enormemente en mantener a su candidato, Zoido, hasta llegar a la Alcaldía. Una constancia que los populares andaluces no suelen tener y menos aún los sevillanos. Esta constancia ha tenido un premio electoral realmente bueno.
Curiosamente muchos electores han castigado al PSOE por el comportamiento de sus socios de gobierno municipal que por ellos mismos. Torrijos, el primer teniente alcalde de Izquierda Unida, se ha ido vanagloriando continuamente de tener el poder municipal en manos de sus tres concejales, en que nada podía hacerse contra su voluntad y otros gestos de prepotencia que ha llevado a las urnas a los sectores más conservadores de la sociedad sevillana, donde los hay muchos, y a unos muchos que no votaron antes al PP a hacerlo ahora.
La gestión del alcalde Monteseirín naturalmente también tiene que con el resultado. En Sevilla se han hecho muchas cosas e importantes, cosas que van a permanecer más allá de la crítica demagógica de Zoido y los suyos, pero muchas veces se ha hecho excesivamente lento y sobre todo absolutamente mal vendido. Gobernar tantos años un ayuntamiento y estar en manos de los medios de la oposición (ABC y Diario de Sevilla) para llegar a los ciudadanos es una muestra de incapacidad política: la reacción mediática llegó demasiado tarde. ¿Por qué el tipo de infraestructuras que le sirve a Cámara para romper las urnas en Murcia es una de las causas de la crucifixión de los socialistas?
No tengo dudas de que los próximos años serán años de nada. No se invertirá nada, no se mejorará nada, como ya sucedió con los ocho años del PP en el gobierno municipal, en coalición con los andalucistas: solamente funcionaba la Gerencia Municipal de Urbanismo (sin más comentarios).
Juan Espadas ha sido víctima de los problemas internos de los socialistas sevillanos. Lo mucho que ha tardado Monteseirín en irse, las luchas dentro de la agrupación provincial y los conflictos con la federación regional, así como la ausencia de la más que necesaria estructura municipal, no han dejado tiempo suficiente para construir un perfil política a Espadas, frente a los cuatro años que llevaba a sus espaldas el candidato popular. Que Espadas hubiera sido consejero de la Junta de Andalucía es irrelevante, ya que casi todo los consejeros andaluces son perfectos desconocidos para los ciudadanos. En todo caso sería un error dejar ir a Espadas o forzar que se vaya, pues se perdería el esfuerzo y habría que empezar de nuevo justo antes de las elecciones de 2015.