El pasado 28 de agosto escribí que “es posible que Vox intente hacerse digerible a un público de derecha menos extremista y con eso ahogar al PP.” Me confundí y lo hico porque pensaba que en Vox había algo de vida inteligente que viera más allá de las estrechas miras del discurso reaccionario decimonónico, sazonado de Falangismo y añoranza franquista.
Una moción de censura que iba contra el PP y cuya ridícula fundamentación le ha puesto en bandeja a los populares votar “no”, porque lo que han hechos los diputados de extrema derecha es “una tomadura de pelo”. Una abstención legitimaría a un candidato que no se ha dignado a presentar un programa de gobierno, que es lo mínimo que se exige en una moción de censura constructiva.
Lo que sí publiqué también aquel día dse agosto y en lo que sin duda tendré razón es que Abascal saldrá tocado porque ha hecho el ridículo y ha demostrado su nula actitud y aptitud para el trabajo.
Responder