Hoy en Maldita.es intenta hacer reflexionar a sus lectores sobre la diferencia entre que un periódico diga algo y que los diga un colaborador en una columna. Un periódico expresa su opinión en la editorial, y sólo la debería expresar allí, y lo que diga una colaborador en su columna no señala nada de la posición del medio, sino de la suya. Durante los tiempos álgidos del “procés” medios extranjeros publicaban colaboraciones de autores nacionalistas y ello era “vendido” como “tal periódico dice tenemos razón”.
La cuestión es que eso no se limita a la prensa, sino a centenares de atribuciones que vemos todos los días. Cotidianamente aparecen en los medios titulares que rezan “Europa considera/dice/señala/etc que”, pero en demasiadas ocasiones se precisa qué es Europa y, si se concreta, se hace en la parte de la noticia a la que no llegan la inmensa mayoría de lectora.
Europa no habla porque es una región geográfica. Europa podría ser la Unión Europa o el Consejo de Europa (que normalmente se confunden) y dentro de estas dos organizaciones internacionales se ha de señalar específicamente que institución u órgano de éstas se ha pronunciado. Y algo dicho por un órgano de tercer nivel no puede ser atribuido alegremente a la totalidad de la organización. Lo mismo pasa con la ONU y con cualquier institución, partido o gobierno extranjero.
Naturalmente esto se hace con una finalidad manipuladora, pues no es lo mismo decir que una apreciación sale de una gris oficina que de la OCDE, o que The New York Times rechaza determinada cosa en España cuando realmente es el ex director de El Mundo el que lo hace en la edición en español.
Internamente pasa esto también. Muchísimas organizaciones o empresas tienen esos sujetos colectivos que son los responsables de todo, pero que no son nadie: “arriba”, “los jefes”, “Madrid” o “la dirección general”. Estas denominaciones impersonalizan, exoneran y hacen imposible exgiri responsabilidades.
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