Los defensores de la abstención del PSOE en la segunda votación de la investidura, una evidente traición a los votantes, están utilizando un argumento reversible para atacar a los diputados que han anunciado que van a romper la disciplina de voto.
Mantiene que la fidelidad a los votantes que dicen estos diputados es falsa porque ninguno de ellos es especialmente conocido y ninguno de ellos provocó una riada de votantes en las urnas. Esto es predicable también de los diputados que se van a abstener: la mayoría son aún menos conocidos que los que se abstienen y desde luego no fueron ninguno de ellos una atracción que arrastrase a votante con la papeleta de los socialistas.
Es bueno que cuando alguien intente emplear un argumento, éste no sirva contra él mismo.
Responder