La derecha norteamericana ha estado coqueteando desde finales de los sesentas con frikis conservadores, predicadores, paleoconservadores y un puñado de racistas para ampliar la base electoral y de camino avivar el miedo de la clase media blanca, que ha sido el principal sostén electoral de los republicanos.
Los conservadores británicos se han servido durante décadas de los euroscépticos y de la idea de que “Europa ens roba”. Una estrategia que servía para identificar a los laboristas con una política de asentimiento ante Bruselas, culpar de todos los males del país a las políticas comunitarias y conseguir un trato especial dentro de la Unión Europa con la tonta idea de que una nueva concesión iba a apaciguar a los euroscépticos para siempre.
Donald Trump es el candidato de los republicanos a la Presidencia de los Estados Unidos y los ciudadanos británicos han votado por salir de la Unión Europea. “Cría cuervos y te sacarán los ojos” debería ser el límite a todos aquellos “genios” políticos que consideran que alimentar a los extremos para beneficiarse de ellos o para dividir al adversario es una gran idea. Aquí tenemos dos ejemplos de los logros políticos conseguidos por este camino.