La Presidenta de la Junta de Andalucía ha iniciado hoy el procedimiento establecido en el Estatuto y en la Ley electoral para disolver el Parlamento y convocar elecciones antes de la finalización del mandato.
Son unas elecciones trascendentales para el PSOE de Andalucía, pero también para toda la organización federal de los socialistas, ya que comenzar con buen pie o con muy bien pie un año tan tremendo en lo electoral como 2015 puede marcar la pauta.
La primera encuesta publicada y que en Geografía Subjetiva extrapolamos a escaños apuntaba a que el PSOE subiría hasta acercarse a la mayoría absoluta, el PP perderían quince escaños y bajaría de 50 a 35 diputados. IU tendría una leve bajada, pero le supondría dejar la mitad de escaños de los que ahora posee. Entraría Podemos con dieciocho diputados autonómicos.
La Presidenta es el líder político más valorado sacando casi dos puntos sobre diez en valoración de los ciudadanos y superando el cinco, lo que es mucho en este tipo de respuestas.
Da la impresión, a expensas de mayores datos de nuevas encuestas, que los socialistas están en alza, IU en ligera caída, Podemos tiene su nicho y el Partido Popular camino del enésimo desastre meridional.
En las últimas elecciones andaluza lo decisorio de las encuestas no estaba en los datos de votos y escaños, sino en las preguntas indirectas, que decían cosas diferentes al voto declarado y más aún al estimado. Tendremos que esperar al CIS o a algún medio generoso, para poder valorar la tendencia con más precisión.
Qué le interesa más al establishment:
a) reforzar a Susana y promover su mayoría absoluta
B) debilitar a Susana y promover una minoría mayoritaria socialista. De ese modo el PSOE débil no es rival para Rajoy en noviembre.
C)unas elecciones repetidas en junio.
En el caso a) será un balón para el PSOE.
En el caso b) se debilitaría el PSOE siempre que no pudiera formar gobierno.
En el caso c) terminaríamos en el caso a).