El debate político está donde a la derecha le viene bien que esté: en la identidad. Mas y Rajoy se mueven muy bien expresando identidades, naciones, banderas y otras gaitas mientras las zarandajas de la pertenencia y la patria esconden los monumentales, y habitualmente, ideológicos recortes que están practicando.
A Artur Mas le conviene un ambiente polarizado en torno a lo nacional, porque así no se habla ni de cuestiones sociales, ni de problemas económicos y de muchas de las cosas que su gobierno autonómico va haciendo. A Rajoy le conviene por las mismas razones, porque él se mueve en el terreno nacionalista como los de CiU, ya que es nacionalista como ellos pero de otra identidad.
Ambas formaciones lanzarán a sus perros mediáticos a calentar el ambiente: una declaración incendiaria en Barcelona o Madrid eleva el apoyo al gobierno del otro lado por parte de sus ahora flaqueantes núcleos duros de votantes y mientras tanto, con una tupida cortina de humo, se seguirá realizando una política en la que derecha hispana dice creer pero que solamente es capaz de ejecutar a escondidas.
“una declaración incendiaria en Barcelona o Madrid eleva el apoyo al gobierno del otro lado”
Lo paradójico es que PP y CiU se necesitan mutuamente cada uno en “su” parlamento.
El debate creo que es altamente cansino pero obliga a todo el mundo a retratarse y a hablar del modelo territorial, que queramos o no, es una cuestión muy importante en este país y por la que siempre pasan de puntillas los principales políticos.
Hombre, el PP por ahora no necesita a CiU aunque no quiere enemistarse con ellos en demasía por lo que pudiera pasar.
El debate territorial está muy bien (creo que llevamos unos treinta años). Solamente pido seis meses para otras cosas.