El Arzobispo de Dublín, perteneciente a una jerarquía ciega a los abusos de los pederastas gaélicos, ha dicho algo que sí me parece razonable, ha pedido que los que pasan de la Iglesia Católicos y solamente pertenecen a ella nominalmente o para los ejercicios propios de la BBC, la abandonen o que ello se fuerce mediante unos requisitos más estrictos para el bautizo.
El jerarca católico tiene razón en pedir un poco más de compromiso a quienes permanecen voluntariamente dentro de su organización religiosa. Es un paso adelante en un país como Irlanda en el que Catolicismo e identidad irlandesa se han solapado continuamente, un paso delante de la autonomía de lo religioso de lo social y de lo social de lo religioso.
En España los obispos españoles se quejan continuamente de lo poco afectos, en sus acciones concretas, que son los que forman parte de ella, pero no se atreve a ser estricto, es más comete el ridículo de evitar las inscripciones de ‘apostasías’, es decir, no quieren que se refleje que alguien se va de su comunidad aún estando estas personas manifiestamente separadas del Catolicismo. Y es que el Catolicismo español se quiere basar en cifras y no en creencias.
Las cifras de los inscritos se traducen en otras cifras: el dinero. Eso es lo que importa. Mientras el estado siga colaborando con la financiación de la iglesia católica, ésta no impedirá la salida de los que no queremos estar voluntariamente en ella.
Y si solo fuera la Iglesia Católica… Muchas organizaciones de todo tipo funcionan así, para no perder la subvención: Sindicatos, Partidos Políticos, Asociaciones de consumidores, ONG’s. Una vez te inscribes en alguna lo estás para siempre. Aunque no pagues las cuotas, aunque pidas la baja, no hay tu tía.
Soy de la opinión que las confesiones religiosas deben vivir de sus fieles, los partidos de sus militantes, los sindicatos de sus afiliados y las ONG’s de sus asociados. Quizá la actual crisis económica venga bien para recortar por ese extremo y no por la sanidad o educación. ¡Algo bueno habrá de traer esta crisis!
En mi sindicato al que no paga la cuota se le da una rápida despedida, y lo mismo pasa en el único partido político que conozco.
En mi partido, el PSOE, se pagan las cuotas dos veces al año. Si se rechaza por el banco el pago te dan de baja automaticamente. Muchas veces se han llevado algunos la sorpresa de no poder votar o ser votado por no estar al corriente de las cuotas. Es una gran diferencia. En la iglesia católica no se pagan cuotas (en otras confesiones lo desconozco), pero son muchos los que han manifestado su deseo de abandonar la iglesia y no les dejan. Y, para colmo, la inmensa mayoría de los católicos no podemos manifestar nuestro consentimiento para entrar, ya que son los padres quienes lo hacen, en un clarísimo fraude de ley.