Un grupo de abogados, cercanos o miembros de una secta alemana, ha presentado una denuncia contra el Papa Benedicto XVI ante la Corte Penal Internacional (CPI). Parece que estos letrados no se han leído ni las normas procesales (principio de subsidiariedad en un mecanismo bastante complejo), ni la definición de los tipos penales, ni el hecho de que el Estado de la Ciudad del Vaticano no es parte en el tratado que instituye la CPI.
Al menos con la información facilitada a los medios de comunicación esta denuncia es una payasada jurídica en búsqueda de notoriedad informativa para ellos y su secta.
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