La que está montada con el aborto ya se dio cuando en su primer mandato Felipe González envió a las Cortes el proyecto de “Ley de Despenalización del Aborto”, que sigue vigente en la actualidad. El principal partido de la oposición de entonces, curiosamente el mismo que ahora, mantuvo por activa y por pasiva que el aborto debía seguir en el Código Penal como antes.
Muchos años después José María Aznar llegó a La Moncloa y del aborto nunca se supo. Lo que ellos juzgaron terrible y llevaron al Tribunal Constitucional no se tocó y durante los ocho años de gobierno popular se practicaron legalmente 300.000 abortos en España.
Ahora viene Mayor Oreja, verdadero muerto viviente de la política española del Tardofranquismo, y se une a las palabras del Cardenal Cañizares sobre el aborto y a su consideración como aberración (atenuando de camino los abusos sistemáticos a menores). Rubalcaba le ha recordado a Mayor que él perteneció a un gobierno que “permitió” trescientas mil de estas aberraciones y además un gobierno que aprobó el uso de la RU-486 (la píldora abortiva).
Estuvieron en contra del divorcio, pero no lo reformaron; estuvieron en contra del aborto, pero no lo derogaron, ampliando además las técnicas abortivas; estuvieron en contra del matrimonio homosexual y luego dijo Rajoy que solamente le cambiaría el nombre.
Ésta es la línea del PP en los grandes temas sociales. El PSOE hace las reformas y ellos se oponen. Luego cuando estarán en condiciones de deshacer “los desmanes de los socialistas”, se callan y miran para otro lado. ¿Ésa es la importancia que el PP da a los valores esenciales, absolutos y fundamentales que ellos defienden contra “el imperio del mal de los socialistas”?
Hace tiempo que dejaron la coherencia y la cambiaron por los intereses electorales. Probablemente movidos por su electorado más centrado, que es el que le da los votos para gobernar.
Un doble rasero habitual en el discurso de estos señores. Yo lo considero lamentable.
Si no te importa, cito tu acertada opinión. ¡Un saludo!
Mayor Oreja está mordiendo el anzuelo. El cebo de esta legislatura está cumpliendo su función.
Es que no tener a nadie a la derecha trae estas cosas. A realizar campañas a sangre y fuego. A hacer amigos como Federico. A hacer enemigos como Federico. A no poder ofrecer una alternativa creíble en lo económico, que es donde estos señores podrían convencer, quizá, a ciudadanos que no fueran peones sucios, Háztelo Ver, eclosionaos, Huerta Boys o violadores antiabortistas.