No conozco los datos y ni siquiera si hay datos sobre los hijos que siguen la misma profesión que sus progenitores. Intuyo que una buena porción de españoles han seguido los pasos de los suyos en su vida profesional.
La política se ha profesionalizado desde hace mucho tiempo, incluso mucho antes de que se estableciese en sistema democrático en España. Ser profesional de la política no es sólo cobrar por desempeñar un determinado cargo público, sino convertir el hecho de ser político (del gobierno o de la oposición) en la profesión de la que se vive.
Tampoco hay datos sobre los hijos e hijas de políticos profesionales que van acercándose en sus respectivos partidos a las posiciones que les permitan seguir los pasos profesionales de sus progenitores, pero por lo que conozco y he leído hay cada día más descendientes de “históricos” que ya hacen sus pinitos.
Hay cosas “que se maman en casa” y determinadas profesiones tienen muchas papeletas y la política debe tener una atracción familiar extraordinaria. Pero lo que pasa es que no es sólo que un chico o chica descubra su vocación política en su familia, sino que es probable que su familia se movilice e invierta parte de su capital político y relacional para facilitarle al chico o a la chica el ascenso sin tener que trabajar desde la más ignota base.
En la política hay una tentación aristocrática, no en el sentido etimológico (obviamente), sino para formar una nueva nobleza cuyos títulos son los cargos de partido y públicos que una familia pueda atesorar. Habrá una alta nobleza que quiera ministerios y otra que se conforme con concejalías en sus propios municipios, es decir, una alta y una baja nobleza.
ay Geógrafo si te contara que en mi tierra hay varias familas con nobleza política y desgraciadamente no estoy hablando del PP.
Aquí, desde luego, es como dices. Tal cual.
Amigo “Geógrafo Subjetivo”: Yo hago otro enfoque distinto, no negativo ni contradictorio del que tu haces. Es que en muchas familias “socialistas” se verifica ese viejo y egoista dicho o lema: “la caridad bien entendida empiza por uno mismo”. Así muchas “familias socialistas” empiezan a cultivar el pernicioso clientelismo por los propios hijos, hermanos, cuñados. Antes de colocar a otros, coloco a los míos. Y los más míos son … mis propios hijos e hijas, mis hermanos y hermandas, mis cuñados y cuñadas, mis sobrinos y sobrinas …. y mis asesores y personal de confianza.
Alucinante entrada, Geógrafo. Me quedo con lo de que “es probable que su familia se movilice e invierta parte de su capital político y relacional para facilitarle al chico o a la chica el ascenso sin tener que trabajar desde la más ignota base”. ¿Sólo probable? ¡Empírico!
Ahí están por ejemplo Ernest Maragall o un más desconocido aún Apel.les Carod Rovira de Embajador (?) de Catalunya en Francia.
O Arias Salgdo, o Gallardón o el hijo de Pujol. Estos son los nombres destacados y conocidos, pero en todas las estructuras de los partidos se está dando la endogamia.
¿Endogamia? eso son infundios amigo Geógrafo… no es que los “familiares” (o círculo íntimo) de los líderes sean potenciados y terminen viviendo nobiliaramente del partido y de las administraciones, sinó que son genéticamente adaptados a la vida pública, están mejor dotados y son mejores.
Eso es lo que piensan “algunos de los beneficiados”, puro darwinismo social pacato, para justificar situaciones de privilegios sobre compañeros.
Jose R. llevan en los genes su puesto en las listas electorales.
Con lo que yo suelo discrepar de José R., debo reconocer que su comentario sobre lo de llevar “en los genes su puesto en las listas electorales” es genial…
Enmienda para el 38 Congreso: “ningún descendiente por línea directa o colateral hasta el cuarto grado de alguien que haya ido en una lista podrá ir”. Ya sé que es un poco burrada.
Al leer este post me he acordado de la brillante Bibiana Aído y de las estrecheces económicas que atraviesa su padre.
Entre otras, aunque vivir con holgura no es mal. es deseable. Como puedes ver en GS se escribe y luego cada cual lo aplica a lo que quiere.
En GS no se escribe, se deslumbra.
Jajajaja