Recuerdo que en los infaustos días de la introducción del euro, cuando lo que costaba cien pesetas pasó a costar un euro, se dio otro fenómeno: la escasez de moneda fraccionaria. Los cajeros de los bancos daban billetes de euro, pero nadie daba moneda porque no la tenía, de forma que los cambios eran bastante difíciles y muchas veces se pagaba en euros y el cambio era en pesetas.
Esta pudo ser la mayor escasez de moneda fraccionaria, pero creo que algunos la viven perpetuamente y no hacen nada por remediarla. Normalmente procuro llevar billetes pequeños y muchas monedas, pero otras veces es inevitable no disponer de cambio, de forma que ha que pagar con un billete de 10 euros o de 20 euros.
Entonces me encuentro, en bares y en taxis, pero especialmente en estos últimos, con un resoplido del cobrador y en la apoteosis del desprecio con una de las frases que más odio: “me dejas sin cambio si llega otro cliente”.
Esta frase me produce todo tipo de sentimientos negativos porque la considero un desprecio. Decir que es más importante tener cambio para el cliente futuro que para el cliente presente indica dos cosas, la primera es que el cliente presente le importa un bledo y la segunda es que hay clientes con los que no se atreve a resoplar ni a decir que no tiene cambio. Tengo la impresión de que nunca he sido ese mítico “próximo cliente”.
Una cosa es pagar con un billete de 50 euros una carrera o un producto de 3 euros y otra diferente es pagar ese precio con un billete de 10 ó de 20 euros. Es el que se dedica a esas actividades en la que el pago en efectivo es casi obligatorio y que lógicamente necesitan de mucha moneda fraccionaria el que tiene la obligación de satisfacer a su cliente dentro de lo lógico y no el cliente el que tiene que darle el cambio para que el próximo cliente sea perfectamente atendido, sin malas caras y sin resoplidos.
¡Pues todos a pagar con billetes de 500 euros hasta que no seamos el próximo cliente!
Enric, buena idea, buenísima, jajajajaja.
Eso es porque no le pones una sonrisita, te aseguro que funciona. O antes de entra le dices: “¿tendrás cambio de 20?” te dicen que si y te ahorras el resoplido.
Lilith, anda que no he escuchado yo resoplidos al preguntar con una sonrisa si tenía cambio de 20 euros.
Don Geógrafo, sólo por aclarar; en medios de transporte públicos, el importe máximo para el que se debe tener cambio el cobrador es de 20 €uros. Es decir, si usted se sube a un taxi e intenta pagar con un billete de 50 €uros depende de la buena voluntad del taxista que no tenga usted que bajarse a buscar cambio para pagar… pero en el caso de que pague usted con un billete de hasta 20 €uros, el taxista está obligado a tener el cambio correspondiente, o buscarse la vida para conseguirlo.
Esto no tiene nada que ver con los comercios. Los comercios están obligados a tener cambio para el billete más grande que exista – si son grandes superficies no tener dicho cambio es una infracción administrativa, en caso de pequeños comercios sólo están obligados, sin que tener o no tener dicho cambio signifique infracción alguna, es decir, en caso de querer pagar una bolsa de papas fritas con un billete de 500 €uros, el comercio tendrá que buscarse la vida para devolver-. Los famosos cartelitos que se puede uno encontrar en ciertos comercios en los que se avisa de la no aceptación de billetes mayores de una cantidad determinada no sólo son ilegales, sino que además pueden acarrear la petición de la hoja de reclamaciones y la correspondiente sanción.
Personalmente, cuando me ocurre lo que usted describe mi respuesta suele ser que se pase luego, cuando tenga cambio, por donde me deja y si me ve por allí yo encantado en pagarle – todo esto dicho abriendo la puerta del taxi y poniendo un pie en el suelo-. Jamás ha dejado de aparecer el cambio como por arte de ensalmo.
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Santi Benítez, Mi entrada está provocada por las “crisis” que algunos taxistas y bareros viven cuando quieres pagar un café de 1.20 con un billetito de 10 o una carrera de 6.50 con un billete de 20.
No, si lo he pillado Don Geógrafo, lo he pillado.
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